Condición Humana

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Sigue sorprendiéndome cómo a veces es tan lento un instante, tanto que llega a hacerse eterno, y cómo de repente parece que cayera sobre nosotros un peso inmenso, que no nos dejase ni respirar plenamente ni repitiendo el intento…

Pero aún me sorprende más la capacidad que tenemos de apartar de un golpazo todo ese “velo”, de sacudir como si de una pluma se tratase esa traba, ese desasosiego, como ante el mismo motivo, y tan solo con unos segundos por medio, somos una estatua clavada, o somos el mismísimo Pegaso dispuesto a emprender un brioso vuelo…

Hermosa esta “Condición Humana” de nuestros desvelos, que con lo mismo hace leña del árbol caído, que organiza un maravilloso fuego…

Llenemos los pulmones y soltémonos del suelo, que el brioso corcel, va a levantar vuelo…

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