Misceláneas

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No sé si existe el término Miscelánico... pero si no es así, debiera existir, por que es exactamente de esa forma como yo me siento.

Salpicada de tantas cosas, mi atención dividida que no dispersa en tantos frentes que casi siento que no pudiera abarcar todo, y que fuera a escaparse de repente el total a fuerza de no querer perder ninguno de ellos, pero manteniendo de alguna forma las riendas para que no sea así, para que nada ni nadie se quede fuera de mi círculo de acción, mi área de preferencia.

Y esto es al mismo tiempo increíblemente estimulante y doblemente agotador.

Hace apenas unos minutos que he empezado a ver seriamente los detalles de mi viaje, y quedan horas par tomar el avión, pero el ahora mismo está mucho más presente y está claro que debe dejar paso al dentro de un momento y a mañana, aunque también tengo plena conciencia que lo que precisa preparación puede demorarse pero en absoluto posponerse hasta límites adversos, el cuidado en los detalles significa el resultado, y un fallo tonto implica un resultado diametralmente opuesto al deseado y eso no puedo permitírmelo.

Pero es que estos últimos días... muchos días, han estado increíblemente llenos, y no ya llenos de hechos que así ha sido, sobre todo, llenos de intención, y la intención no puede dejarse de lado, se ha de implicar uno por completo en ella, no ya en tiempo que también... sobre todo en corazón.

Se debería poder alargar el tiempo que merece ser estirado a expensas de aquel otro que debiera pasar como un suspiro, y curiosamente es al revés, o al menos esa termina siempre siendo la sensación.

A veces no nos queda respiro entre una emoción y la siguiente, y yo creo que siempre debería quedar un espacio para el asentamiento... pero también es cierto que si este se alargara en exceso nos dejaría con esa tonta sensación que a veces supone el cese de las emociones... esa especie de vacío extraño de añorar el momento de puro intenso aún cuando este fuera tan solo el disfrutar de una melodía o de un aroma que os llega realmente dentro.

Sumo este último tiempo y la suma me sale disparatada, debiera sumar meses y apenas cubre uno, cómo cuando se produce un desbordamiento.

Y es entonces cuando al querer contar descubro que salto de un punto a otro, y que me siento incapaz por que hoy quizás emborrone ayer y no sería justo, por que las palabras podrían establecer turnos que no son reales, y podría parecer que valoro de forma diferente un hecho y el otro y lo cierto es que cada uno de ellos ha sido y es igualmente importante.

Momentos a sumar tan heterogéneos que no creo ser capaz de conseguir un resultado final fiable, o si??, no es la misma norma la suma matemática que la que uno añade a su bagaje.

Y si, se puede, si me asomo al fondo de mis ojos... veo claramente en ellos, que la suma es lícita, y que todo cabe.

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