viernes, junio 15, 2007

Del principio de Peter, o la Vuelta de Tuerca de Más

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El que más y el que menos hemos vivido de cerca la experiencia de ver convertirse en inoperante a quien admirábamos antes sin más, creo que es de esos principios que se cumplen desafortunadamente cuando no somos capaces de valorar nuestra propia capacidad, y digo somos, por que en última instancia, debiera estar nuestra decisión de asumir y aceptar lo que en un momento dado nos llegan a proponer u ofertar.

Pero quizás aún me preocupa más ese Principio de Peter aplicado a la cotidianeidad, a nuestro día a día, y sobre todo, a las relaciones interpersonales, a ese absurda necesidad que tenemos a veces, demasiadas veces, los humanos, de Darle a la Tuerca una Vuelta de Más.

Es increíble lo que la suficiencia y la prepotencia, o quizás tan solo la necesidad de saber hasta donde se puede llegar, hace que una vez tras otra, los humanos forcemos, probemos hasta donde podemos conseguir llegar, que intentemos una y otra vez hacer ¿demostraciones de fuerza? para sentir que realmente podemos “manejar”, que llevamos la batuta, que somos el “Mandamás”

Y una y otra vez la tuerca aguanta, y consigue mantener firme la rosca, aún cuando a veces se resista y reclame que no va a poder más, pero aguanta, y tras un periodo de tiempo, eso hace que se despierte de nuevo el gusanillo infame de pensar si acaso no sería posible apretar “una pizquita más”, y otra vez se aprieta, y otra vez gruñe la rosca, y otra vez se resiente, pero de nuevo aguanta… y aguanta con las últimas fuerzas que le quedan, y aguanta, por que por encima de ninguna otra cosa, está convencida que realmente debe aguantar, que la importancia de que esa tuerca y tornillo mantengan íntegro el engranaje, es vital, y que de ella depende que no se rompa ese jamás.

Pero otra vez aparece la necesidad, es curioso, cuanto más forzada va la cosa, más frecuente nace la necesidad, es como si se quisiera apurar al límite, es como la verdadera demostración de que se puede más, es esa seguridad absurda de que si se ha podido hasta ahora, siempre se podrá, y ya sin necesidad, solo por el placer de lo que se ha convertido en costumbre, se le da a la tuerca una vuelta más y…

Y la tuerca ya ni protesta ni gruñe, ni se lamenta, tan solo mira completamente confundida esa nueva vuelta sin sentido, la que jamás llegó a esperar, y sin más, deja de ejercer la presión que hasta el momento había ejercido, y toma conciencia de que mantener el engranaje siempre había sido cosa de dos, en absoluto esa obligación que se había llegado a creer y a crear, y suelta por completo esa sujeción que hasta el momento había mantenido… y ya…
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6 comentarios:

BETTINA dijo...

Lo he visto, vaya si lo he visto!!! Y hasta he estado apunto, pero a punto, a punto de ser víctima de ello en persona. Pero supe parar a tiempo. Grandes moles se han caído, decía mi abuela.

MARIA dijo...

no se porq a veces somos necios.. lo pienso y lo pienso y no me doy cuenta pero hay veces q no puedo parar creoq es adrenalina pura y si no sale bien siempre se encuentra una justificacion tonta para salir del paso

Orestes (Ex Al) dijo...

Todas las roscas de tuerca tienen su final. Hay que saber donde te tienes que parar para no pasarte.
Y despues de esta franse tan seriamente tonte, te diré mis dos nuevos principios de Peeter.
"Las llaves siempre estan en el bolsilo del lado en que llevas la mano cargada de paquetes".

"Siempre que se abre una caja de medicinas, se hace por el lado en que está el papel de las instrucciones".

Un cariño grande

ella dijo...

Suelo apretar la tuerca mas de lo debido, me paso de rosca. Siempre digo que no sucederá ya mas, pero, en la siguiente hago lo mismo. Nunca escarmiento.
Un abrazo

mia dijo...

Me temo que todos conocemos esa sensación de ser rosca y de repente no aguantar más... y también la contraria a veces, la de apretar sin necesidad, supongo que cada uno de nosotros, mucho más una de las opciones...

¡¡En fin!!, lo mismo da, deberíamos ser más consecuentes, pero supongo que si no se hace de otra forma, será por qué no se podrá...

Que suerte la tuya bettina, saber reaccionar ;),si al, deberían dejar abiertas las opciones de incluir más matices en definiciones o mejor, matices en el Principio de Peter, y desde luego, las Leyes de Murphy, debieran estar en continua revisión y crecimiento, es cierto sirena, debe ser que siempre encontramos una justificación, para todo verdad??, para aguantar que nos ahoguen, y para ahogar... que bien si realmente nos sirviera una sola experiencia para no repetir lo que no querríamos repetir muxica,pero lo cierto, es que nos cuesta muchas veces más

Oswaldo Aiffil dijo...

Se aplica a tantos casos esto de la tuerca...y tienes toda la razón en eso de que al final, vueltas más, vueltas menos, ya no tienen ningun sentido. Bonita parábola Mía! Un beso!