domingo, septiembre 25, 2005

Robando sensaciones

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Ahora, al volver a ponerme a hablar de MI VIAJE, he recordado algo que me he acostumbrado a hacer últimamente, bueno, para ser honesta, hace ya al menos 8 o 9 años... fue puramente casual la primera vez, lo recuerdo perfectamente, en Santiago de Cuba, no tuve conciencia de lo que hacía, hasta que no hubo terminado todo... desde entonces, es un acto casi programado, un perfecto ritual...

Robo Sensaciones... si, así de simple, robo la sorpresa, la expectación, la emoción y la plenitud de la primera vez, lo hago deliberadamente, con mimo y cuidado, y no me siento culpable, al contrario, las más de las veces incluso ayudo a que se intensifiquen esas sensaciones, incuso podría decir que no es un robo, que es un intercambio, pero aún así, esa sensación de prohibido me estimula mucho más, y prefiero robarla, es la verdad.

Todos los que adoramos viajar sabemos de sobra hasta que punto las sensaciones son explosivas en nosotros, como cada vez es nueva, como cada vez es especial, sabemos que no hay comparaciones, que aunque los olores parezcan iguales, siempre hay montones de matices para diferenciar, pero aún sabiendo todo eso, aún teniendo claro que no nos cambiamos por nadie, aún estando siempre agradecidos por ser capaces de ver, oír, sentir y amar... esa ingenuidad del primer descubrimiento, ese primer enfrentamiento a un viaje, a un nuevo mundo, sabemos que tiene una magia especial.

Yo he aprendido a Robarlo sin quitarlo, y... ¡¡Que caramba!!... me sienta genial.

1 comentario:

John Bonata dijo...

Algunas sensaciones se te caen de la bolsa, y los que aquí vamos recogiendo las migajas nos imaginamos todo el pan...
el optimismo inunda últimamente tus fragmentos, ¿época de vacas gordas?
a mi lo que más me sigue gustando es cuando no sé de qué trata el artículo, cuando me hacen sentir cosas, participar, sin ni siquiera saber de qué pueblo, qué feria, qué trabajo o qué viaje se trata