.Es curioso, nunca pude imaginar que estuvieran tan estrechamente relacionados, de hecho, creo que jamás se me ocurrió que pudieran llegar a tener relación alguna, pero de repente se descubre que existe entre ellos una comunión absoluta, más allá de la lógica y de la razón.
No todos sabemos decir “NO”, es algo que a muchos les resulta fácil, y a otros, casi imposible, este es un tema manido, demasiadas teorías y técnicas para enseñarnos a decir no, que podrán funcionar o no, pero que ciertamente se utilizan, y es importante, realmente lo es, pero no es suficiente.
Por que la otra cara, es saber aceptar el “NO”, es decir, saber aceptar que nos lo digan, asumirlo como lo que es, simplemente una opción, pero lo más importante de todo, mucho más aún que todo esto, es no temerlo, es decir, dejar de evitar esas situaciones que nos pueden suponer tener que decir un NO, y apuro más, sobre todo, dejar de huir de los momentos, de las situaciones, que pueden llegar a suponer que nos digan “NO”.
Cuanto podemos llegar a perdernos por no saber hacer todo esto, cuanto podemos llegar a evitar, cuanto sufrir, cuanto elucubrar, cuanto mediatizarnos y cuanto no avanzar…
Si, es realmente cierto, hasta que no aprendemos a decir NO, hasta que no aprendemos a aceptarlo, y sobre todo, hasta que no aprendemos a asumir situaciones que nos pueden suponer que nos lo lleguen a decir (o no… quien nos dice que la contestación no será un si…) hasta entonces, no podremos decir que tenemos realmente Libertad, de decidir, de asumir, de crecer y de avanzar.
.