.Un viaje fantástico, realmente increíble, y sobre todo, sumamente diferente, un comienzo realmente marcado por "La dificultad de lo fácil" aunque suene incongruente, pero para nosotras si ha sido así, cuestión de horas si se quiere, con conatos de esa misma sensación de forma puntual, pero que lejos de empañar el mismo, ha sido algo genial.
Y marcar esas diferencias, esa dificultad de lo fácil es tan simple como que nuestros viajes hasta ahora han sido siempre de "Remontarse" otros mundos, otras culturas, tocar la piedra y remontarse siglos atrás, intentar revivir lo que fue y supuso esa base... intentar entender...
Y llegamos a un mundo donde remontarse es ayer parece que te haga dejar las cosas a medias... hasta que de repente se atiende a la historia reciente, al hoy, y es una nueva y vigorosa sensación, no viajo al pasado con su hoy... viajo exclusivamente al hoy con su consecuente ayer...
Primer gran descubrimiento, La Gran manzana es absolutamente manejable, apenas dos días para esa primera toma de contacto con la misma nos convencen de ello y nos llena de tranquilidad para cuando pronto tengamos que volver.
Y comenzamos el Circuito, increíble (como siempre) la suerte que llegamos a tener, una guía fuera de serie (aunque de paso, de entrada, nos parece una Sargenta integral) culta, delicada, amable... increíblemente amorosa... y de paso, un grupo, salvo una excepción, absolutamente genial.
Y con esta dotación absolutamente heterodoxa iniciamos la andadura que habría de durar siete días... ¡¡Siete días!!, os juro, que podía asegurar que ha sido mucho... muchísimo más...
Desde el principio surgen las afinidades, no se puede evitar, M y G este año han pasado a formar parte de aquellos que ya siempre estarán con nosotras, aún cuando los avatares de la vida decidieran que no nos viésemos nunca más, J.M y D otro tanto de lo mismo, y los Sres Gonzales y Gonzalez otro tanto más, las "Niñas", ni os cuento, y las chicas... bueno, las chicas para escribir un aparte la verdad...
Marcel un lujo, una Gran Señora y la mejor de Las Cluecas a la hora de cuidar, pendiente pero jamás encima, y con un nivel y una exquisitez que no le otorgamos al llegar...
Me resulta imposible poder meter en cuatro líneas tanto contenido, tantos días (aunque el calendario diga que solo fueron 7 de circuíto) tanta risa y tanto "caminar".
Al regresar a Nueva York una cena marco la despedida de los seis que queríamos hacerla, una despedida que no fue triste, por que de ninguna de l maneras significaba nada más que se posponía el momento de volvernos a encontrar, y también de forma relativa, que al día siguiente, quedamos también a desayunar...
Ya nos quedamos solas Lu y yo, y nos queda mucho, muchísimo que ver y que explorar...
Supongo que más adelante si seré capaz de precisar y de contar las cosas, ahora, me sigue resultando imposible, salvo salpicando de improviso una conversación cualquiera cuando un detalle me lleva a recordar, mejor a intensificar el recuerdo... que de recordar no se deja con tanta facilidad...
Ahora solo una imagen, no la mejor, ni la más significativa, una imagen tan solo que por lo que sea, es la que me ha apetecido en este momento señalar.
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