Cada vez soy más consciente del enorme peso específico que tienen todas esas pequeñas cosas a las que antaño no dábamos importancia, como son las que realmente nos mantiene en equilibrio y nos mantienen “las ganas”.
Me gusta detenerme en ellas y por ellas, y me sorprende pensar que fui capaz ayer de no valorarlas... no, tampoco es eso, valorarlas, las valoré siempre, pero las postergaba en la espera y la búsqueda de esas magníficas situaciones que siempre se esperaban...
Hoy, al abrir la puerta de casa, el sonido de la cafetera saliendo y el aroma a café recién hecho me ha asaltado sin más, y de repente... la sonrisa no me cabía en la cara...
Es una de mis debilidades... y sin más me la regalaban...
Me gusta detenerme en ellas y por ellas, y me sorprende pensar que fui capaz ayer de no valorarlas... no, tampoco es eso, valorarlas, las valoré siempre, pero las postergaba en la espera y la búsqueda de esas magníficas situaciones que siempre se esperaban...
Hoy, al abrir la puerta de casa, el sonido de la cafetera saliendo y el aroma a café recién hecho me ha asaltado sin más, y de repente... la sonrisa no me cabía en la cara...
Es una de mis debilidades... y sin más me la regalaban...
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