martes, enero 02, 2007

Oír y escuchar

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Y mira que se utiliza indiscriminadamente, pero, que poco tiene que ver una cosa con la otra, que salvo los sordos, o alguna situación concreta, normalmente el grueso de la población oye… pero escuchar…. Escuchar ya es otro cantar.

A mí es que últimamente me esta quedando tan claro, y es que salvo excepciones, he descubierto que nadie me escucha, me resultó especialmente duro confirmarlo, pero la verdad es que ahora, ya asumido, empieza casi a darme igual, eso si, reconozco de paso que con eso, hasta se me quitan las ganas de hablar.

Y no es paranoia no, que lo he estudiado concienzudamente, cuando me parece que está pasando, ya mido cada momento, empiezo a contar, y confirmo que oyen (bueno, no siempre, la mitad de las veces, me interrumpen a medias, pero bueno, confirmo que oyen, y ya lo constato como una realidad), y digo que oyen, por que salvo interrupciones (ya precisadas) se callan mientras termino mi más o menos larga parrafada, pero eso si, en cuanto termino, me ¿contestan? cualquier cosa menos algo que tenga relación con lo que yo he podido contar… cualquier otra cosa, eso si, dejando clarísimo que esperan una contestación o comentario bien claro a lo que acaban de explicar.

Contesto, y sigo la conversación impuesta por que yo, además de oír escucho, y por que además no hacer caso me parece fatal, y cuando llega el momento en que el tema finaliza, vuelvo a hacer el intento de seguir con mis temas… pero nada, vuelve a pasar igual.

Y luego se extrañan de que cada vez esté más callada… y me dicen…

- Cada vez hablas menos, no sé que te pasa…

Y les contesto…

- Será que no tengo nada que contar…

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