Dejé de saludar a la mañana, y me relegó al ocaso del olvido...
Será que demasiados frentes abiertos nos hacen perder la orientación y el sentido.
Me preguntaría... me hubiera preguntado mil veces mil y una cosa, si no fuera por que sé de sobra lo que me habría respondido.
Juraría que "alguien" mueve tenazmente la misma piedra, para que esté siempre en mitad de mi camino.
Y sigo caminando convencida, pese a lo que pueda parecer, que no equivoqué el rumbo ni el camino.
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Será que demasiados frentes abiertos nos hacen perder la orientación y el sentido.
Me preguntaría... me hubiera preguntado mil veces mil y una cosa, si no fuera por que sé de sobra lo que me habría respondido.
Juraría que "alguien" mueve tenazmente la misma piedra, para que esté siempre en mitad de mi camino.
Y sigo caminando convencida, pese a lo que pueda parecer, que no equivoqué el rumbo ni el camino.
4 comentarios:
Quizá porque el camino que elegiste no era ni el mas facil ni el mas corto, quizá porque no te importó el riesgo, quizá porque tropezar dos veces con la misma piedra... quizá halla "alguien" que este trabajando en balde colocando la dichosa piedra en tu camino...
saludos Amiga Mia.
Estoy de acuerdo con Txus, el camino más difícil a veces puede parecer el incorrecto... al principio. Pero insisto en que nunca debemos arrepentirnos de ningún camino escogido, porque fue el que nos venía bien en un momento dado. El error está en quedarse en el cruce y no girar ni a derecha ni a izquierda. "No te quedes inmóvil al borde del camino", dice Benedetti.
De todos modos, nunca deberíamos dejar de saludar a la mañana. Debemos siempre volver a renacer. Nos lo debemos.
Muchas veces las piedras las ponemos nosotros mismos. Somos muy tozudos en el error... Besos, querida mía.
No hay caminos acertados y caminos equivocados: sólo caminos distintos y cada uno te llevará hasta donde tú quieras llegar...
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