martes, septiembre 25, 2007

Tantos y tantos recuerdos

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Que todos tenemos, que nos asaltan a veces sin razón alguna, y otras, donde un detonante los hace aparecer sin más.

Recuerdos enormes y otros pequeños, detalles que de repente por un algo del hoy, se convierten en rabiosa actualidad, sonrisas robadas de un ayer borroso, que un hecho concreto consigue hacer que pasen a ser un ejemplo fundamental…

Ayer, mirando fotografías, recordé un comentario de pasada de hace… de hace mucho ya…

Un comentario de pasada que tardé mucho tiempo en llegar a entender en toda su “intensidad”, una expresión honesta, que he vuelto a oír mil veces sin ser dicha más que de forma velada por que quien las “siente”, siente que es un sentimiento que debe borrar…

Mi querida M tras su tercera hija me comentaba…

Mira que empiezo a creer que mi estado ideal es estar embarazada… de verdad que me siento increíblemente bien, de verdad especial, me sientan tan bien los embarazos… de verdad que me siento especial…

Pero el hijo nuevo me da rabia… creo que hasta me cae mal, no le conozco de nada y encima me da trabajo, y me quita tiempo para las que si conozco, y las que quiero de verdad… eso si, luego de repente me empieza a caer genial, y me parece mentira que me estorbase en esos momentos… es gracioso verdad???

No puedo jurar que fueran sus palabras exactas, pero si lo que dijo es literal, cuantas veces he visto esto repetido, en la misma situación, en otras que implican cambio de cualquier forma, en las que suponen novedad, cuantas que la duda nos ha empañado, en lugar de ser capaces de reconocer algo como esto de forma simple… claro, que no es fácil, nada fácil, solo el paso del tiempo lo convierte en simple…

Me pasé tanto tiempo sonriendo después de recordarlo… creo que lo grabaré a fuego en mi mente, para ser capaz de recordarlo de forma inmediata cada vez que un cambio me asuste, cada vez que una novedad me haga dudar….
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5 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Pues sí, cosas o personas que en un momento determinado penetran en nuestras vidas más o menos sigilosamente y las perturban, pueden llegar a convertirse en lo mejor que nos ha pasado. Besos, querida amiga.

Inma dijo...

Es cierto. Cuando llegan los hijos es algo que estorba aunque hagan gran ilusión, hacen cambiar la vida,
luego, día a día se va aprendiendo a quererlo y se necesitan para vivir.
Un abrazo

fiorella dijo...

El embarazo,que temita amiga,entre el arquetipo,lo social y todos los preconceptos juntos que hay al respecto, cuesta y como decir algo tan simple y humano como lo que te dijo M. Tengo dos tipos,ya son tipos jajajaja, los quiero desde que los supe,pero claro que hay sentimientos encontrados,pero...el amor todo lo puede y lo supera.UN beso,me quedò una pregunta por hacerte:viajas para estos lares?

Anónimo dijo...

Tocado y hundido. me doy por aludida yo solita. Cuántas dudas tenemos als embarazadas. Cuántos cambios de humor, de ánimos... uff. De momento estoy en la fase de que no podré nunca querer al segundo como quiero al primero pero como ya te he dicho, seguramente al tenerl@ entre mis brazos, todo eso se disipará y el amor, como me has dicho, se multiplicará.
Un abrazo.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Es un ejemplo que a mi me sirve, aún siendo hombre, porque soy un consumado especialista en angustiarme ante todo lo desconocido.

Gracias.

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Saludos.