domingo, abril 15, 2007

Cartas al Coronel - II

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Es curioso, de repente, descubrimos que sin darnos cuenta mantenemos una pequeña espiral en casi todo, que usamos los mismos símiles, que mantenemos las fijaciones, o quizás simplemente es que nos resulta más fácil según que forma de explicaciones.

En mis Cartas al Coronel, encontré anoche una que me hizo reír abiertamente, juro que no la recordaba, como tantas y tantas otras, pero al leerla, de repente, vi que pese al paso del tiempo, ahora, ayer mismo, casi estaba copiada, no de igual manera, y por supuesto, con otro muy distinto significado, pero el caso, es que salvo el título, cualquiera diría que lo demás, el otro día, lo había copiado.

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Desconocida??
miércoles, 17 de noviembre de 1999 23:08
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Hoy me miré al espejo, y una desconocida me devolvió la mirada, ¿Quién era aquella mujer que estaba allí?, De quién esa cara perpleja, esa mirada confusa, ese cuerpo ajado... Quién era ese ser desconocido...

Hoy, me mire al espejo, y no me vi, o mejor dicho me vi, me vi y me mire, como no me había mirado antes, me mire por dentro y por fuera, explore mis surcos y cicatrices, mis sueños muertos, mis esperanzas vanas....

Hoy, una desconocida se ha adueñado de mí, se me ha puesto valientemente enfrente, cara a cara, y me ha hecho mirarla, y sentirla, y enfrentarme a ella, que es enfrentarme a mi misma.

Y, después de eso, hemos hablado las dos, quedamente, largo y tendido, y me ha contado del paso del tiempo, de los días vividos, de los soñados, de los perdidos, de lo que fue, lo que es, y lo que vendrá, me ha hablado de lo humano y lo divino.

¿Cuando paso?....cuando fue que soy esta desconocida, cuando mi boca se desdibujó, mi cuerpo se ajó, mis ojos perdieron su brillo.......cuando murió la niña que fui, la que soy, la que siempre he sido.

Me he mirado en el espejo otra vez, con miedo contenido, y, poco a poco, me he sonreído… y... allí estaba yo, allí me he reconocido, allí mis risas, mis cantos, mi dolor, mi pasión, mi destino....

Ya no me asusta mirarme, la desconocida no es tal, es lo que he vivido, solo no supe ver como el tiempo cambiaba mi vestido, ...y con una sonrisa....de mi misma me he despedido.
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11 comentarios:

fiorella dijo...

Hay recurrencias necesarias, que cada tanto necesitamos, aclararnos,recordarnos,reconocernos.Un beso!

ella dijo...

Hace tiempo sentí parecido, luego regrese al espejo, no me gustaba lo que veía. fui cambiando hasta encontrarme o mejor hasta ser lo que yo quería. Sobre todo llegue a la libertad de decir sin miedo quien soy, deje de fingir y ahora me veo muy bien en el espejo, me gustan mis arrugas, las de dentro y las de fuera. Ahora soy yo, la que nunca habia sido ni visto en el espejo.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Hay algo bello en ti que me atrapa inmensamente, y a pesar de lo poco que te escribo debo decirte que me encanta tu trato hacia la gente. De como aciertas en cada melodía, el deje de tristeza o alegría que ruge en el alma del paciente.
Doctora corazón, yo te saludo.

Recibe un beso en tu alma.

MARIA dijo...

esto es precioso... un beso

ella dijo...

Es total lo que dice Gerardo y con que prudencia respondes mi post de hoy creo que nadie lo entendió, ya se que es difícil si no se conoce entenderlo, pero, tu respuesta fue la justa, como si me cocieses de siempre y toda mi infancia. tanto me sorprendió que regreso a darte las gracias, se nota que lees y te fijas en lo que decimos.
Muchas gracias, fue bonito sentir que tú lo entendías.
Un enorme abrazo

mia dijo...

Así es fiorella, está claro que siempre tenemos algún agarradero especialmente gráfico, y sin darnos cuenta, recurrimos a él una y otra vez, casi como “las muletillas” cuando hablamos, no deja de tener su gracia :)

J aja j aja ja , mil gracias gerardo, es bonito lo que dices, será “deformación profesional”, no soy doctora no, pero creo que hay que esforzarse en escuchar… y desde luego, tú sin duda alguna, lo haces, no es verdad??? ;)

Un beso maria, si, reo que es bonito ir reconociéndose a cada paso, en cada cruce… y estar con eso contenta :)

mia dijo...

Sabes muxica, creo que era muy fácil leerte hoy, creo que con solo recordar los datos que en este poco tiempo que te conozco has ido dando, era realmente fácil ver ese sentimiento dual que te acompañaba, esa mezcla de hiel y miel, esa necesidad y rechazo al mismo tiempo del regreso, esa confusa añoranza…

Y sabes algo más???, te empeñas en que no se te ve, y yo creo que por el contrario, eres realmente diáfana… que a veces desde fuera interpretemos algo que no es exactamente lo que dices en el momento??, por supuesto, eso claro que puede ser… pero el fondo, que es el que importa, es el que te comento.

Un beso :)

Ula dijo...

Entro por primera vez aquí y me encuentro con el gran temido: el espejo.
Cuando empecé a leer a Borges, curiosa por el miedo que tenía a los espejos, empecé a tratar con ellos. He ido viendo con el correr del tiempo varias étapas en mi trato con él. Ahora me llevo mejor, es decir, no le tengo miedo, pero sigue dándome charlas en las que hay aún muchas confrontaciones que espero sigan por siempre. Ahora es más amigo.
Interesante tu relato y tu relación con ellos.

mia dijo...

Bienvenida ula y eso que esto, era tan solo "un recuerdo", pero está claro que debemos ser muchas quienes "utilizamos" como auto-enfrentamiento el espejo, ya sea de forma real o no, y... eso es bueno :)

LRM Comunidad de Conocimiento desde la Perspectiva de Género dijo...

Precioso texto, es importante y maravilloso mirarse, verse, pero más importante es saberse mirar. No se, a veces las mujeres tenemos nuestra mirada distorsionada, por lastres de toda índole, pero el día que miras y te ves de verdad, descubres a alguien maravilloso, poderosa, capaz de disfrutar día a día, ese día es feliz e intenso.

Un beso.

Lady Read.

mia dijo...

Es imprescindible reconocerse, aceptarse y quererse en cada momento, en cada situación, es la forma perfecta de seguir hacía adelante con posibilidades y con ilusión :)