El Coronel no tiene quien le escriba...

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Y tontamente, empezó como si fuera un juego “El Coronel no tenía quien le escribiese” y yo decidí asumir ese papel…

Y durante mucho, mucho tiempo, escribí diariamente a Mi Coronel, a veces, más de una carta al día, convirtiendo todo aquello en un verdadero placer, ahora que lo pienso, de alguna forma fue un preludio de lo que hago ahora aquí, si, posiblemente fue eso, aunque si lo pienso bien, antes aún de aquello comencé, primero, en mis papeles, papeles sueltos que aún inundan sin orden alguno mis cajones, y de los que no puedo deshacerme sin que me invada un triste sentimiento, aún cuando conviven escritos con dibujos, cuentas con un poema, llantos con alegrías, o quizás justo por eso… y luego, nuestro querido Diario de las MariPrimas, eso podría parecerse incluso a ese Blog comunitario que ahora disfrutamos, ya que éramos un grupito quienes escribíamos cada día, aún lo tengo guardado, incluso impreso, de él creo que también sacaré algo algún día.

De alguna forma, aún siendo “personales”, eran completamente distintas a las cartas convencionales las que yo escribía a “Mi Coronel”, supongo que por que formaba parte de un juego distinto, y aunque hubiera sido lo mismo lo que decía, está claro que la forma distaba mucho de ser la misma, o así lo quise siempre ver, incluso imágenes tenían casi siempre, quizás para terminar de conformar todo lo que trasmitía, o al menos, eso pretendía… hoy copio una carta de aquellas, de cuando yo me ocupaba de hacer desaparecer el silencio que tenía Mi Coronel, por que “supuestamente” nadie le escribía.

Es curioso, no me arrepiento de nada… es más, ahora, lo volvería a hacer.

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La Muralla
lunes, 29 de mayo de 2000 12:36

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Es tarde, el sol cae lentamente sobre Cartagena de Indias....y los olores, se magnifican cuando el galán de noche decide premiarnos con su fragancia.

El calor... este calor voluptuoso que durante todo el día nos acompaña, apenas se mitiga... pero si lo suficiente como para despertar los abotargados sentidos... y los sonidos, las músicas de la calle, resuenan en nuestros oídos como mágicas melodías que nos mecen, nos llevan… nos arrebatan.

Es tarde, sigue siendo un placer callejear por este hermoso lugar dejar que sus risas y sus sonrisas nos llenen de vida..y esperar a que lentamente, se produzca el diario milagro, ese momento en que Cartagena entera se cubre de oro, en la mágica noche de amores y amantes... .

Ya parece que el silencio que da paso a la música del amor, se cierne sobre nosotros ese momento que es transito entre un mundo y otro...y primero entre susurros, roces y risas mitigadas, y luego en la libre expresión de la vida misma, se llena la noche de Cartagena de suspiros, de vida, de amor.....cuando uno pasea por su muralla

Algún día te llevare a visitar la muralla, a sentir sus olores, a respirar su alma.

Un beso enorme Coronel.......

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