martes, mayo 31, 2005

Crisálidas

Nov 11 2003, 03:18 PM

La imagino allí... a oscuras, sin espacio apenas para moverse e inmersa encima en un descomunal empeño.
Su imagen desde fuera no nos deja adivinar todo lo que sucede dentro, apenas algo más que un algo inanimado, de aspecto suave y algodonoso, cómodo, sin aristas, que no da en absoluto la impresión de ningún esfuerzo.
Pero dentro... dentro impera el más absoluto de los desconciertos, de cómo se sabe a como la ven hay mil mundos que jamás serán descubiertos, si por un instante pudiéramos ponernos en su lugar, creo que no podríamos jamás superar tantos y tantos esfuerzos... incluso si me empeño, puedo de alguna forma percibir su angustia, su miedo ante lo desconocido, y su terror a lo incierto...
Esa transformación, ese recuperar al yo que va dentro, ese retomar lo que siempre fue pero nunca lo pareció, ese empeñarse hasta los restos...
Hoy por fin lentamente.. ha roto ese capullo que la tenía encerrada, miraba ese hecho sorprendida y maravillada, y cuando con dificultad ha conseguido salir del todo, mi decepción no tenía límites, no había ni mucho menos nada de aquella hermosura que yo esperaba... hasta que de repente...
De repente, y sacando fuerzas de donde parecía que no quedaban, ha desplegado por completo sus alas, y batiéndolas, ha surcado el viento llenando de color y de belleza, - aún más si cabe -, la hermosa mañana...

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