Al que “toma” y al que canta
Se le pudre la garganta...
Así reza la Ranchera de Salvador Chava Flores y que Miguel Aceves Megías popularizó... yo, también “Tenía un chorro de voz” y aunque no fuera causa el “tomar”... también la garganta se me pudrió...
Pero hay algo que aún conservo, otro don-placer que me fue concedido y que aún no lo he destrozado y espero no destrozar jamás... un maravilloso “oído musical” que cuando mi garganta falló se sintió infravalorado... hasta que... ¡¡Se me ocurrió!!
Todo es música, nunca lo habéis pensado? Todo lo que nos rodea es música, los movimientos, las miradas, las intenciones... si nos detenemos a “escuchar” sentimos con una fuerza increíble los acordes que cada uno de nosotros cantamos, en cada movimiento, en cada intención, en cada mirada, en cada sentimiento... y me dediqué buscar la armonía en esa otra música que tan recientemente estaba descubriendo.
Así... cuando me miran, busco la armonía entre intensidad. Limpieza, intención, profundidad, dirección... es decir, si es armoniosa, a veces, aún cuando están cuidados casi todos los detalles, desde lo más profundo surge una nota discordante que me da la sensación de alerta, me paro, agudizo el oído, y de nuevo permanezco expectante, quizás ha sido un error en mi percepción, la melodía sigue sonando aparentemente perfecta... pero no, de nuevo, sorda y lejana, se escucha esa discordancia que me pareció notar antes... y se turba mi mirada ante la mirada y busca afanosamente que pudo provocar esa discordancia...
O cuando bailas, acaso no es increíblemente revelador el cambio de paso de repente, ese pequeño cambio de ritmo a veces casi imperceptible que te obliga a un ajuste rápido, los mismo que cuando charlamos, la charla tiene una cadencia clara, un ritmo que suavemente se va siguiendo.. se va llevando... no se es las más de las veces consciente de él hasta que sin saber como ni porqué.. de repente, de forma casi inapreciable.. se cambia el paso...
Bueno, para algo ha de servir el oído no???, que menos que volver a coger el tono cuando cantando alguien lo va cambiando....
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