Es muy difícil mantenerse dentro de los límites de “La justa medida”, realmente, creo que ni existe esa “Justa Medida” tan traída y llevada, ese virtuosísimo término medio que incluso dudo que alguna vez quisiese alcanzar, pero que en muchas ocasiones reconozco que me sería tremendamente útil.
Creo yo, que debe ser algo parecido a dejarse mecer por el mar mientras flotas en una colchoneta hinchable, por un lado, una sensación absolutamente plácida... pero, pasados unos minutos, terminas por no tener claro que haces tú dejándote llevar sin más intervención que mirar hacía arriba.. o ni eso, que puede costarte caro mantener los ojos abiertos e igual decides que es preferible cerrarlos y ya está... claro, que igual si aguantas un poquito, descubres que es una sensación insuperable, supongo que a ese punto nunca he llegado por que no soy suficientemente paciente y no he dado a esa situación las oportunidades necesarias para que me llegue a apasionar.
Será cuestión de ir pensándose si merecerá la pena intentar encontrar esa supuesta situación ideal... pero... ¡¡Jo!!... es que dicen que es “Perfecta”... y en el fondo, a mí la perfección, me ha parecido siempre una ordinariez monumental... difícil disyuntiva... creo que me tomaré mi tiempo para volvérmelo a pensar.
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