No, no es que ande pretendiendo eximirme de mis culpas, es que a veces, muchas, no somos realmente responsables ni de lejos de arrastras esos inmensos pesos que no nos dejan avanzar.
Me pregunto si es una cuestión de conciencia, algo congénito, o forma parte del proceso educacional, o más bien de alguna tara o por que no, excelencia en el sistema inmunológico (por poner alguno) de unos cuantos que nos impiden eludir ese tipo de cargas.
Me refiero claro está a esas pequeñas responsabilidades, o tareas, o pequeñeces a las que ni siquiera se les da el título de tales que una a una, no tiene mayor importancia ni suponen carga alguna, pero que a lo largo de una vida se van acumulando peligrosamente poniendo en peligro realmente la vida (si, la vida, que vivir no es tan solo tener pulso y respirar) de quienes las vamos asumiendo de forma natural.
Malditos fardos invisibles sin derecho a queja que vamos manteniendo día a día y que también día a día, y sin saber defendernos no dejamos de engordar, que poco a poco van consumiendo nuestro tiempo y nuestra energía sin dejarnos un espacio para existir a título individual y encima... encima solo sirven para cubrirnos de esa aura estúpida y cruel de desocupados que no hacemos nada, y es que es lo más curioso, ninguna de esos pesos, tiene entidad propia suficiente como para pesar suficiente como para anotar, pero la suma de unos y otros... de verdad no dejen ni respirar.
Hay otro problema añadido a eso, cuando de repente, por unos momentos, te ves libre de ellos... no te atreves a acometer nada particular, sabes, que tarde o temprano volverán a reclamar tu fuerza y tu tiempo, y como no sabrás negarte, no podrás terminar.
¡¡Urge empezar dieta rigurosa para eliminar este sobrepeso que a veces llega a obesidad!! que no es ya que sea un factor de riesgo, es que es realmente lesivo, que digo lesivo, “letal” para vivir de forma responsable una vida personal.
Me pregunto si es una cuestión de conciencia, algo congénito, o forma parte del proceso educacional, o más bien de alguna tara o por que no, excelencia en el sistema inmunológico (por poner alguno) de unos cuantos que nos impiden eludir ese tipo de cargas.
Me refiero claro está a esas pequeñas responsabilidades, o tareas, o pequeñeces a las que ni siquiera se les da el título de tales que una a una, no tiene mayor importancia ni suponen carga alguna, pero que a lo largo de una vida se van acumulando peligrosamente poniendo en peligro realmente la vida (si, la vida, que vivir no es tan solo tener pulso y respirar) de quienes las vamos asumiendo de forma natural.
Malditos fardos invisibles sin derecho a queja que vamos manteniendo día a día y que también día a día, y sin saber defendernos no dejamos de engordar, que poco a poco van consumiendo nuestro tiempo y nuestra energía sin dejarnos un espacio para existir a título individual y encima... encima solo sirven para cubrirnos de esa aura estúpida y cruel de desocupados que no hacemos nada, y es que es lo más curioso, ninguna de esos pesos, tiene entidad propia suficiente como para pesar suficiente como para anotar, pero la suma de unos y otros... de verdad no dejen ni respirar.
Hay otro problema añadido a eso, cuando de repente, por unos momentos, te ves libre de ellos... no te atreves a acometer nada particular, sabes, que tarde o temprano volverán a reclamar tu fuerza y tu tiempo, y como no sabrás negarte, no podrás terminar.
¡¡Urge empezar dieta rigurosa para eliminar este sobrepeso que a veces llega a obesidad!! que no es ya que sea un factor de riesgo, es que es realmente lesivo, que digo lesivo, “letal” para vivir de forma responsable una vida personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario